miércoles, 30 de diciembre de 2009



Estas imágenes fueron tomadas de la página de Critica Digital de hoy.


Que bueno que la iglesia se preocupe de cosas que nos afectan a todos, como que dos tipos se casen.
Los mensajes de paz y amor de todos estos putos con sotanas, de los perversos de Caritas, me llenan de optimismo y alegría en esta época de fiestas.

Yo, prefiero caso a John e imaginar que no hay cielo, ni religión.
A ver si todavía se da lo que dice el puto reprimido este de Río Gallegos y los niños crecen pensando que esta conducta homosexual es natural.

Eso sería terrible.

Los niños deben crecer sabiendo pensando que una virgen tuvo un hijo, que es normal usar sotanas, polleras, collares y tomar votos de castidad y pobreza mientras viven en la ostentación absoluta y se hacen tirar la goma por nenes.
Porque eso si es natural, ya que no les piden casamiento.

ya que estamos en época de deseos, yo voy a hacer público uno y voy a pedir porque todas las autoridades religiosas (de cualquier tipo), pero especialmente estos curas se mueran. Ni siquiera pido que sufran, porque me imagino tanta perversidad e hijaputez, es producto de una vida de mierda.



Salud.

lunes, 28 de diciembre de 2009

...

Ni el título puedo poner.

Hace rato ya que me siento a escribir y.... y.... lo mismo que tocarle las bolas a un muerto... no pasa nada.

Bah... tengo como 15 comienzos de entradas, de las cuales unas 14 son inentendibles e incontinuables.

Odio las fiestas. Me pegan peor que pepa de croto.
Y claro, el año estuvo movidito. A diferencia del resto de mi vida, este año los problemas sociales/políticos me afectaron, crisparon, irritaron, cansaron.

A esto le sumamos algunos problemas familiares (por suerte nada grave).
Y no me hagan empezar con el laburo, porque si bien el año empezó flojo........ terminó bastante peor.

La venta de mi casa está complicada. Habíamos encontrado LA casa y, por problemas de papeles no pudo ser.

El día de hoy fue especialmente bajón.
Pero hace 15 minutos, después de putearnos un poquito y amigarnos mucho con Dorta, me armé un rico gracioso y me puse a escribir esto, que no es nada, o tal vez sea mucho.

Y pienso en Dortito, y lo veo ahí, adentro de su madre que me está preparando unas riquísimas papas al horno porque sabe que me ponen de buen humor. Que son un gran mimo (no como el culiao de Marcel Marceau) y, haciendo culto a Alacrán, todo me chupa un huevo.

Mi hijo está en camino. Está sano. Dorta está viviendo un buen embarazo, disfrutándolo a full. Y entonces me hago de teflon.

A veces está bueno poder desconectarse así de la "vida" y conectar con lo que realmente importa

jueves, 10 de diciembre de 2009

Es una duda que tengo.
Y si quieren dejar los motivos, razones o circunstancias... bienvenidos serán.




(con prepucio o sin él)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Seguramente ese sea uno de los motivos de la escasez de seguidores masculinos de este blog.
O tal vez no tenga nada que ver con eso, y la mayoría femenina de seguidoras sea simplemente consecuencia de mi irrefrenable sex appeal, de mi pinta, mi avasallante y-por qué no- irresistible personalidad y, por sobre todas las cosas, la modestia que me caracteriza.

Aclarado esto, pasemos al tema que nos compete.

Tanto en la vida misma, como en la "blogósfera" ¿así se dice? veo una tendencia que da lástima.
Por ejemplo, en el blog de la Capi, se estuvo hablando de puteríos, cabarulos y otras hierbas.
Dejando de lado las reacciones femeninas al respecto, me llamó poderosamente la atención los comentarios masculinos.

Casi todos haciéndose los giles, hablando de los cabarulos como si fueran cocinas de paco. Nadie los conoce, nadie fue, nadie garpó. Y los que lo hicieron alguna vez (o mejor dicho, hicimos) somos pobres tipos que no nos queda otra más que pagar para poder ponerla.
Y mientras tanto la ciudad está llena de cabarulos y de putas.

No se qué porcentaje de los que han pagado lo hicieron porque de otra forma no podrían ponerla. Creo que será muy bajo.
Seguramente sea mayor el porcentaje de los que pagaron porque si no, jamás podrían darle a una mina tan buena, o porque pueden hacer cosas que con las minas que consigue no puede (léase, hacer el poto).
Y también será alto el porcentaje de los que pagamos porque pintó, porque esa noche se dio así, porque, porque, porque...

Pensar "pobre pibe, tiene que pagar para ponerla" es una falacia.
Me he gastado mis buenos mangos en tapus. Ni me arrepiento, ni me da vergüenza decirlo.
Fueron mucho menos que los que me gasté en "chicas bien". Y muchas veces, la pasé mucho mejor y sin problemas ni complicaciones a la mañana o a la semana siguiente.

Al "es por la plata" podemos sumarle "es por la pinta", "es por la simpatía", "es por la labia", "es por el auto", etc. Siempre es por algo. Generalmente por más de un motivo. Pero siempre que una mina entrega es por algo.
Me gustaría saber cuantas de ustedes, niñas, se han encamado con un tipo que no les invitó jamás nada, o que no les calentaba físicamente.
Y no por eso son gatos (al menos, no más que las asumidas).

Dejando eso de lado, el cabarulo en sí me parece que es un lugar que vale la pena conocer. Creo que es un lugar folklórico nuestro. Un lugar de hombres, para hombres. Donde se puede ir a tomar unas copas, a conversar, a mirar lindas minas y, si te dieron ganas, a llevarte una.

A ustedes niñas que generalmente se quejan de la falta de hombres, de que ellos pasan más tiempo al espejo que ustedes, que conocen más de cremas humectantes y cuidados para el pelo, que se pasan el día levantando pesas, que son histéricos, que son metrosexuales... a ustedes les digo, no jodan con el cabarulo.
Que un tipo que fue a cabarulos, siempre les va a abrir la puerta, las va a hacer ir del lado de los edificios, les va a llevar las bolsas, valijas o cualquier tipo de trasto, les va a invitar la entrada, el morfi, el chupi, el telo.

Un tipo sin cabarulo es un tipo al que le falta un golpe de horno, le va a faltar una cadena de códigos que se adquiere en la calle.

El día que conozcan un tipo que sabe cómo cambiar un cuerito, tengan la certeza de que fue a un cabarulo. No tienen relación una cosa con la otra, pero es así. No van a encontrar tipos con calle, con noche que no sepan cambiar un cuerito.

A los tipos les digo: Déjense de joder. O dejen de mentir y caretear lo incareteable, o háganse hombres.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Hay personas que no te dejan absolutamente nada.
A las que podés escuchar o leer y es lo mismo que tocarle las bolas a un muerto. No pasa nada.

Hay personas, en cambio, que no pasan desapercibidas, que algo te dejan.
lamentablemente la mayoría de estas personas, lo que te terminan dejando, es bastante choto.
No importa si las lees en el diario, en un blog, o un libro; o si las escuchás en la radio, en la tele, o en cualquier circunstancia de la vida.

Hay personas que son muy claras -para bien o para mal- y no te dejarán jamás con una duda acerca de nada. Vas a terminar de verlos y vas a tener X información. Vas a haber hablado de lo que tenías que hablar. Te vas a haber divertido, o aburrido, asombrado, indignado, irritado, ilusionado... lo que sea.

El hecho de que eso que te deja una persona sean sólo unos momentos, no necesariamente es malo. A veces, el haberte reído de pavadas, es un poco más profundo y útil de lo que parece.

Dorta es un poco cambiante (como las hormonas están a full evitamos la palabra "loca").
Muchas veces es una tarea difícil, digna de un estoico, tratar de hilvanar esas ideas que salen sin prejuicios, sin dobles intenciones, casi sin pensarlas.

A veces tiene salidas que me dejan pasmado, de esas que, dependiendo del tipo de día que tuviste -y el humor en el que estés- no sabés si matarla o besarla, si reírte o llorar.

Ahora que lo pienso, en ese sentido Dorta es como el faso: Siempre va a tener un efecto en vos. Ahora, que pegue bien o mal, dependerá también de tu estado de ánimo.

Más allá de esta cuestión anecdótica, lo bueno que tiene Dorta es que siempre te deja algo. Y de esas veces, la gran mayoría, lo que te deja son proyectos, ideas, nuevos sueños.

Es muy loco encontrar alguien que te inspira, que te ablanda un poco el cerebro y permite que la imaginación, la creatividad afloren. Y lo mejor de todo es que no necesariamente estos nuevos proyectos, las nuevas ideas que vienen tienen que ver con ella. Creo que eso le da un plus.

En fin, en general soy criticón, así que me parecía justo poner esto de Dorta (quien nunca lo verá ni se enterará... a ver si se agranda todavía)

martes, 17 de noviembre de 2009

La vez pasada fue de NYC. Ahora vuelvo de más acá. De Nequén. De pesca. De amigos. De mosca. De frío. De truchas asadas, sacadas por mi. De nieve y de sol. De aguas a cero grados. De poco dormir, pero poco sueño. De clima riguroso pero agradable.
De paz.
De tiempo.
De respeto.
De paciencia.
De cordialidad.

Si no fuera por Dorta y Dortito (parece que es con o nomás), me hubiera sido casi imposible volver.
De NYC volví lleno... de cosas, de ideas, de vivencias, de fotos, de videos. de experiencias.
De acá volví sin tanto rebalse... un poco llenito de paz nomás.

Es la única vez en que extraño a alguien, pero bien. Sanamente.

La vuelta me esperó con una panza más hinchada (tanto la mía como la de Dorta) y la firme convicción de que tengo que empezar a hacerle escuchar un poco de Marley a Dortito.

Definitivamente el mensaje para darle es que Don't worry, about a thing, cause every little thing is gonna be allright.

Debo confesar igual que toda esa paz, espiritualidad, despreocupación, temple, etc., es muy difícil de mantener cuando llegás acá y te das cuenta de que la mudanza no se va a dar tan fácil como pensabas, y que ahora estás más apurado, porque Dortito crece, y que a una amiga le desvalijaron la casa, y que hay ochenta quilombos laborales y unos cuantos familiares dando vueltas... y que menos mal que ni chequeaste los mails, porque te habrían amargado el viaje, y que todo está pegote, y que todo se inunda, todos se espían, se sospechan, se putean, se odian.

Y lees que un puto cura -o cura puto, no se si el orden de los factores altera el producto- se horroriza por un casamiento gay y entonces te vuelve a hervir la sangre.
No se por qué me jode tanto este tema, ya que no tuve conflictos religiosos, ni familiares, ni personales, pero cada vez que escucho hablar o leo una declaración de un cura, me dan ganas de asesinar.

Y me doy cuenta de la enorme distancia que existe entre la espiritualidad y la religión.
Y me doy cuenta de que nada tiene que ver la tolerancia con la religión.
Y me doy cuenta de que me estoy yendo por las ramas, así que mejor publico esta entrada y me pongo a escribir otra sobre el tema en sí.
Y también me di cuenta de que quiero escribir sobre Dorta.


Bueno, volví. De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia.

Reflexión final. Trucha asada pescada por uno mata cualquier otra comida.

lunes, 2 de noviembre de 2009

A los chinos les re cabe la vianda

jueves, 22 de octubre de 2009

Siempre me creí un hombre de principios. De palabra.
Siempre supe que, para que yo cambie mi rumbo o mi opinión, haría falta una serie de motivos, fundamentos y razones.
Siempre odié (hay posts viejos que lo prueban) a esa gente que, por el mero hecho de convertirse en padres, cambian toda su escala de valores.
Pero mucho más odié a los que, llevados de las narices por un polvo notable, relegan a amigos, trabajo, familia y vida a un segundo plano.
No puedo entender cómo una mina te puede separar de tus amigos. Cómo es que podés dejar de hacer las cosas que felizmente hacías hasta hace poco?
Cómo es que, así como así, estás "para otra cosa"?
Igualmente, creo que a todos nos ha pasado.

Por lo que de ninguna manera puedo soportar es a la gente que, impulsados por un irrefrenable impulso de "gustar" a su pareja, es capaz de dejar de lado los principios que rigen su vida, los principios que sirvieron de límite y estructura de su personalidad.
Los valores no se cambian. Los principios, los códigos.
Eso no, viejo.



Escribo esto y me re puteo porque la carne es débil. Porque me veo reflejado, porque me tengo que incluir en esta lista de gente deleznable que describí, y no puedo hacer más que castigarme exponiendo esta situación de manera pública.

Damas y caballeros.





Tengo que confesarlo.









En mi casa...





























hay ACTIVIA

martes, 20 de octubre de 2009

El momento que estoy viviendo es -por supuesto- increíble.
Me alegro como nunca lo hice, me río, me enamoro, sueño, viajo, vuelo.
También me pego unos cagazos de la gran siete. Es como si se despertara un nuevo sentido que está todo el tiempo pendiente de que Dorta y Dortit@ estén bien.

Leer el diario es ya una costumbre que se está volviendo masoquista.
Te va produciendo un encierro jodido, porque cada día el ambiente es más y más denso.
Más allá de que uno se mantiene a flote, es una lucha constante mantener la cabeza fuera del agua. Es cansador estar con el agua al cuello. Claro que estas quejas son con panza llena. De todas formas, mi preocupación a futuro no pasa por los placeres terrenales que podré darles a los Dortit@s por venir.

Siempre detesté la idea de vivir en un barrio cerrado. Y lo sigo haciendo. Y sigo decidido a no ceder a la tentación. Lo que me embola es que cada vez la tentación tiene más razón de ser.
La cagada es que uno no ve cómo o cuándo podría mejorar un poco la cosa, cambiar la mano. Ningún político entusiasma ni un poquito. Es como estar en medio de una guerra de pasteles de mierda en la que los políticos las esquivan todas y la terminamos ligando nosotros.

Desde los 18 años que voy a todos lados con mi auto. Sea facultad o trabajo. Siempre con el aire o la calefa, con música, en la mía.
Hace un mes más o menos, volví a las raíces y me entregué de lleno al placer de ir con chofer, por la módica suma de $1,25.-
Cuando el momento de la verdad, del cambio, se acercaba no me gustaba ni un poco. Hoy no quiero saber nada del auto. Me di cuenta de que el no tener que luchar más contra el tránsito, contra los peatones, los baches y los pozos y los putos motoqueros, me trae una relajación notable.

Mi conversión al hippismo (trabajador y con una ducha diaria al menos) está en marcha.
Primero fue darme cuenta de que no necesito un auto de lujo. Después, de que ni siquiera necesito auto. Eso convirtió a mi auto de mierda, que nunca me gustó, en un lujo que me doy para ir más cómodamente a visitar a mis sobrinos los fines de semana.
Es un gasto menos, una presión menos, una "necesidad" menos. Ahora lo tengo y lo pago porque quiero.

Porque si a toda la merda del país, del mundo, le sumamos una "necesidad" de ganar plata -para no disfrutarla- entonces estamos al horno.

Hoy vamos a ver una casa. Si es como parece, sería "LA" casa. Tengo todos los dedos cruzados.
Muero de ganas de hacer muebles (biblioteca para empezar) con mis propias manos.

Que larga se hace la espera... pero hay tanto por hacer de acá a mayo.

martes, 29 de septiembre de 2009

A veces uno lee o escucha a grossos, eminencias, personalidades destacadas (no importa en qué) y puede ver como, a lo largo de sus vidas, se fueron preparando, o fueron forjando su destino.
Escuché dos conferencias de uno de los creadores de Apple -Steve Jobs- y cada una a su manera, me marcaron.
En la primera de esas conferencias hablaba de que, a raíz de un cáncer que le habían descubierto -y que después remitiría- se había dado cuenta de que tenía que poner el práctica ese viejo dicho de "vive cada día como si fuera el último de tu vida, porque un día lo será".
Creo haber hecho una entrada en la que hablaba de esto.
La idea es que con un día, no pasa nada, pero si uno piensa qué hizo esta semana y encuentra muy pocas cosas lindas, buenas, placenteras, debería replantearse su vida.

En otra de las conferencias hablaba de esto de unir los puntos.
Imagino esas figuras de las revistas infantiles de los 80s que traían puntos y uno tenía que unirlos. Al hacerlo, veríamos una figura.

Cuando uno ve los puntos solos, no la llega a detectar a esta figura, pero cuando los empezás a unir, va tomando forma.

En la vida uno va haciendo un montón de cosas que parece que no tienen mucha importancia y, sin embargo, cuando pasa el tiempo, y unís esas cosas "colgadas" entre sí y con otras cosas no tan colgadas que pasaron en tu vida, te podés dar cuenta de que el futuro, el destino, no es azaroso, y que uno lo fue forjando día a día, con cada decisión, con cada acción, con cada omisión. Con cada acierto y cada fracaso.

Hace poco escribí sobre cómo y en qué condiciones (buenas) llegué a Dorta y a la posibilidad de vivir y disfrutar de la vida en pareja, de un amor sano, que suma...en fin... ya me explayé sobre esto.

Antes de Dorta hice una movida inmobiliaria un tanto arriesgada. Por suerte, dio resultados y hoy nos permite estar buscando un hogar con todas las letras.
Ya con Dorta, decidimos que era hora de conocer el mundo -o aunque sea una partecita- y así fue que nos embarcamos para ver el Viejo Mundo y la Capital del Nuevo.
El primer viaje fue más por ganas que otra cosa, pero ya el segundo fue sabiendo que tal vez era la última oportunidad de poder hacer un viaje de esas características.

Y así como en su momento me había "sacado las ganas" de estar con muchas minas, ahora nos habíamos "sacado las ganas" de viajar.

Después vino también la desaceleración del ritmo, de los gastos, de las exigencias, de la necesidad de bienes materiales.

Es impresionante como puedo ir uniendo muchas de las decisiones que tomé en mi vida, de los puntos que recorrí y ver que esto que estamos viviendo responde a una lógica, a un plan que llevé a cabo sin siquiera saber que lo estaba haciendo.
Que el destino, que todas las cosas que "vienen" que se dan, responden a algo, son consecuencia de algo.

Se ve que -más allá de algunas malas rachas- no he tenido tantos días o semanas malos y, aunque sin darme cuenta, fui forjando este presente.
Seguro que estaría bueno que todos los días o las semanas terminaran con saldo positivo, pero no tengo nada de qué quejarme cuando hago el balance no ya de un día o un mes, sino de la última década y veo un saldo tan positivo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Fue mi primera vez.
No fue para nada como pensé que iba a ser.
Siempre lo había imaginado como un momento cargado de nervios, de miedos, de teorías apocalípticas sobre el futuro, sobre mi vida.
Y sin embargo -por suerte y por cuidadoso- nunca tuve que pasar por esa tortura.
Me imaginaba esos 5 o 10 minutos esperando atrás de la puerta de un baño cerrado.
Me imaginaba la reacción después de conocer el resultado, y en ningún caso pasaba algo lindo. Podría llegar a haber alivio o ganas de morirme, pero alegría, jamás.

Sin embargo llegó el día. Vino ese día en que al atraso se le sumó un sensación medio nauseosa que hicieron que saliéramos corriendo y compráramos un test.
Era la primera vez que compraba uno, que leía sus instrucciones, que me enteraba que dos líneas era algo bueno.
Sólo 10 minutos separaban la posibilidad de que mi vida se partiera en dos. De que hubiera un antes y un después.
Ya saben que me vengo preparando para este momento, pero uno nunca sabe bien para qué prepararse.
Una rayta sola = seguí participando.
Dos rayitas = pepe pepepepé.

Es la espera más rara de mi vida... mi cabeza da vueltas esperando que pase el último de esos 600 segundos, a ver si viene esa bendita segunda rayita

martes, 22 de septiembre de 2009

Hasta ahora los tenía acostumbrados a entradas concienzudas, muy elaboradas (algunas consumieron hasta media hora de mi tiempo). A veces contaba cosas del momento, otras, del pasado, tal vez alguna idea o proyecto aparecieron en estos lares y, por qué no decirlo, también hubo críticas, juicios de valor, peleas, entradas sarcásticas, belicosas, camorreras. En fin, de todo un poco.

A partir de ahora van a ver que este espacio se convertirá en una suerte de diario o bitácora de viaje. Claro que podrá colarse alguna huevada de las del estilo que acostumbro, pero principalmente, tendrán acceso a una parte más cruda, sin filtros o ediciones.
Las entradas que vendrán a partir de ahora serán un relato, un reflejo de lo que me vaya pasando.
Para ser totalmente honesto, las entradas tendrán un pequeño delay, porque si bien fueron escritas en "tiempo real" (es decir que si aparece una entrada en la que me puse en pedo, la habré escrito en ese momento, pero se va a publicar, ponele, una semana después).
Se que parece una boludez, pero tiene su explicación.

A los que quieran, los invito a meterse un poco

lunes, 14 de septiembre de 2009

Desde siempre me gustó el aire libre.
Siempre hice campamentos y eso me enseñó a conocer y cuidar la naturaleza.
No tiro papeles en la calle.
Estoy averiguando costos y beneficios de la instalación de paneles solares (para mi futuro hogar).
Resumiendo, me interesa y, mínimamente, me preocupo por preservar este planeta lo mejor posible.
No me gusta la cacería para tener trofeos -yo nunca cacé-.

Dicho eso, debo decir también que no me banco más a los ambientalistas/vegetarianos y apocalípticos verdes.
No voy a hablar de todos ellos, porque no son lo mismo unos que otros, pero en relación a estos últimos, no me banco que hablen desde una posición de especialistas, con datos científicos, estadísticos y demás, cuando en realidad los están tergiversando a lo pavote.

Muchas veces, el modo en que uno defiende una idea es la principal causa de que esa causa sea repudiada.
Me molestan las mentiras acerca del calentamiento global, y de la cantidad de especies que se van a extinguir, etc.
En primer lugar, estamos justo entre dos glaciaciones. Por lo tanto, es lógico que haya calentamiento global.
En segundo lugar, siempre, pero sin excepción, cuando quieren justificar la existencia y gravedad del "cambio climático" aprovechan un tsunami, un huracán, una tormenta, un día frío en verano, o un verano en junio. Pero siempre es la peor tormenta, o el día más caluroso desde... 1950, o 60, o lo que fuera.

Es decir, no es que tenemos datos de los últimos 500.000 años y entonces comparamos.
Entre glaciación y glaciación hay, más o menos, 250.000 años, así que imaginate qué poco representativos son los 50 o 100 años de los que tenemos registros.
100 años en la historia de la tierra es nada.

Y si todo se va al carajo, y se extinguen un montón de especies, que así sea. Otras nacerán. Millones y millones de especies se vienen extinguiendo desde que empezó la vida.
Y nosotros tendremos que adaptarnos -si sobrevivimos- y seguramente sobrevivirán pocos.
El otro día vi un programa que mostraba qué sería de la tierra si el hombre se extinguiera.
Para que no quedara rastro alguno de que habitamos este planeta, tenían que pasar como 50.000 años, pero en poco más de 500 ya no habría prácticamente huella nuestra.
Y volvemos a lo mismo, 500 años no es nada, y los 50.000 tampoco.

Entonces, ya sea por el hiv, la gripe a, la peste negra, la bubónica o lo que vaya a venir más adelante, la naturaleza se va a encargar de conservar el equilibrio.
Y a todos los idealistas verdes, que tanto la defienden, ténganle un poco de fe a la naturaleza, y bajen un poco la soberbia y el egocentrismo, y dejen de defender especies que están destinadas a morir. Su extinción le dará paso a la especie que sigue, y seguirán, mutarán o nacerán las especies que tenga que haber, cuando tenga que haberlas.

Por más que queramos creer que somos súper potentes, no somos nada en el ecosistema de la tierra y nuestras acciones no hacen más que perjudicarnos a nosotros mismos, pero en modo alguno ponen en jaque a nuestro planeta.
Todo mal con Green Peace, con Al Gore y con todos los ambientalistas. Porque me rompe las pelotas que desinformen de la manera en que lo hacen.
Porque decir la mitad de una verdad, es decir un mentira.
Entonces, apoyo el fin que persiguen, pero no me cabe eso de que el fin justifica los medios.

No es el planeta el que está en riesgo. Son algunas especies las que se verán perjudicadas (y otras, como contrapartida, beneficiadas... o alguien me va a decir que si los océanos crecen un 10% la vida submarina no va a agradecer el cambio) y lo que parece casi seguro es que a nosotros nos cambiaría radicalmente la vida, la economía, etc.

No se por qué será, pero el tiempo, los años, la experiencia, me vienen distanciando cada vez y provocando cada vez más desilusiones con este tipo de organizaciones... y ni hablar de las de derechos humanos. Pero ese es otro tema.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Esta vez no voy a deleitarlos con una entrada punzante, incisiva, fresca, ocurrente, inteligente y genial, como los tengo acostumbrados.
Esta vez, deberán conformarse con una entrada, sencilla y modestamente, excelente y hasta ahí nomás.

Antes al colegio se iba desde PRIMERO hasta SÉPTIMO grado. Ahora, creo, se llega hasta el NOVENO.
El DÉCIMO también es conocido.
Al principio era en alguna gente. Después fue en casi toda la gente -de a pie-.
Después empezaron a fallar también algunas voces públicas -conductores, locutores, animadores, etc.-
Ahora, ya ni cuando se tiene tiempo como para pensarlo y escribirlo bien se los utiliza. Uno escucha publicidades grabadas en las que no les dan ni bola.
Y, lamentablemente, el último bastión, la última línea de defensa que quedaba -los locutores de actos y/o transmisiones oficiales- también fue derrotada y cayó en la tentación.
¿Alguien diría que está cursando el DOS año de la facultad?
¿Alguien diría "es la CINCO vez que te llamo"?
¿El límite está en undécimo, en el décimo quinto, en el nonagésimo octavo?
Y ahora los locutores oficiales anuncian que el pasado 17 de agosto, se conmemoraba el CIENTO CINCUENTA Y NUEVE aniversario de la muerte de San Martín.
NOOOOOOOOOO SORETE. NO ES CIENTO CINCUENTA Y NUEVE.... ES CENTÉSIMO QUINCUAGÉSIMO NOVENO ANIVERSARIO.

Me enferma que la gente no use, y ya no sepa usar, a los ordinales.
Una muestra más de la decadencia de nuestra gente y, por ende, de nuestra sociedad.

viernes, 4 de septiembre de 2009

La amistad entre el hombre y la mujer no existe.
Eso todos lo sabemos y no estoy descubriendo nada nuevo.

Pero, después de leer esta entrada en el blog de Juanita, me cerró el tema.
No tiene nada que ver el deseo sexual.
La amistad entre el hombre y la mujer no existe porque involucra a una mujer -ser incapaz de amigar o ser amigada.

Definitivamente, la amistad es cosa de hombres.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sin arrepentirme de nada, puedo decir que hay una cantidad de cosas que me hubiera encantado hacer antes, lugares que hubiera querido conocer, idiomas que aprender, cursos que tomar, etc.

Me equivoqué bastante en mi vida y recibí los golpes correspondientes.
Creo que la escasa "sabiduría" que adquirí hasta hoy se la debo mucho más a mis errores que a los aciertos.
Tal vez el mejor de los aciertos que tuve -y no desde siempre- fue el de estar abierto a estas enseñanzas.
Si bien fui muy cerrado a cualquier otro tipo de enseñanzas y por lo tanto tuve que hacer prueba y error, tuve que tocar el fuego para aprender que quemaba, cada golpe era bien asimilado.

Un tabique roto me enseñó a que cuando llega el momento de los bifes, es preferible tirar la primera mano.
Un amigo que ya no está me enseñó a usar el cinturón de seguridad.
El haber lastimado a gente querida me enseñó que es mucho más importante proteger los afectos que ganar una discusión.

Una de las cosas que más me enseñó en mi vida fue mi divorcio. Aprendí los por qué de muchas disposiciones legales en relación al matrimonio. Aprendí tanto de mi que me tomó unos cuantos años asimilar esas lecciones.

Durante años intenté forzar las cosas, situaciones, sentimientos, deseos, etc.
Llegó un punto en el que aprendí que no tenía sentido hacer eso.
Acto seguido apareció Dorta en mi vida.
Y desde ese día, todas las lecciones aprendidas en los 30 años anteriores empezaron a tener un papel relevante en mi vida.

Hablábamos de amor a las 2 semanas, y no me sentía presionado, no tenía ganas de salir corriendo (y eso que había corrido por charlas mucho mas banales).
A los 3 meses, empezamos a planear el viaje de nuestras vidas, que tendría lugar 6 meses después.
Cuando llegamos, vino la convivencia.
Las reformas a la casa.
El otro viaje.
La mudanza.
Las ganas de un Dortit@

En estos más de 2 años y medio hice un montón de cosas que nunca pensé que haría, y todas fueron buenas, lindas, creativas, libres, etc.
En este tiempo, jamás borré un mensaje, un mail o una llamada. Y jamás me los controlaron o controlé yo los de ella.
En este tiempo, hice programas con mis amigos, armé viajes con ellos y los vi como cuando y cuanto quise, sin dar explicaciones.
También aprendí lo que era la convivencia (prácticamente no había convivido con nadie antes).

Principalmente, me di cuenta de que una de las lecciones más importantes que había aprendido en la vida, me servía más para no ponerla en práctica que para usarla. Esto es que uno no tiene que depender de que su mujer no sea garca.
Después de mi divorcio empecé terapia justamente por eso, no quería depender de encontrar una "buena mina" para no sufrir.
Una vez que aprendí a "defenderme" encontré a la mejor.

Desde que estoy con ella he visto pasar culos más lindos, pechos más turgentes, labios más carnosos y miradas más lascivas.
He visto oportunidades he declinado propuestas.
No pretendo un monumento por ello, y no me porté "bien" porque no quería arriesgar mi relación con Dorta. Me porté bien porque quise hacerlo, porque lo hice también en situaciones que suponían riesgo cero.

Esos años de soledad, de aprendizaje, de probar, de vivir me enseñaron que el pacer de un buen polvo dura lo que un pedo en una canasta -o, como suele decirse, dura lo que dura dura-.
En esos años también aprendí que las fantasías que uno puede hacerse sobre determinada mujer o situación, pocas veces tienen su correlato en la realidad.
Claro que me gustaría empomarme a una modelo/actriz (pongan el nombre que quieran), pero la verdad es que elijo una y mil veces, después de laburar todo el día, de cenar con amigos, meterme en la cama despacito, cuchareando a Dorta y ver cómo sonríe y se le ilumina el rostro de saber que llegué a casa y dormirme así.

Desde que empecé con Dorta aumenté 8 kilos (estaba bastante flaquito antes), pero en el medio, dejé de fumar.
Y si bien estamos ya trabajando para bajar esta butifarra, hoy soy feliz de no necesitar estar flaco para "ganar", y estoy feliz de fumar un gracioso con Dorta, matarnos de risa de cualquier cosa y compartir un buen plato de ravioles mientras nos miramos y nos acusamos de estar cultivando buzardas.

Hay cosas que el dinero no puede comprar

viernes, 28 de agosto de 2009

Al principio se creía que era patrimonio exclusivo de las universidades privadas.
Sin embargo, esto no es así.
Estudios de la Fundación Argentina para Altos Estudios de Lía Salgado confirman lo que todos podemos ver con sólo prestar un poco de atención.

Cada vez estamos más llorones. Cada vez más puteadores. Cada vez más quejosos.
Es como si el famoso "el que no llora no mama" se nos hubiera hecho carne.
El problema es que esto trae aparejado una falta de responsabilidad total y absoluta.
La culpa siempre es de otro.

En materia educativa puede verse claramente este proceso.
Cada vez la vara se pone más abajo. Esa Universidad pública que en un momento supo ser orgullo nacional por ubicarse -y ubicar a sus egresados- junto a la crema y la nata de la sociedad mundial (que alguien me explique esa frase, por dió), hoy debería ser motivo de vergüenza.

Claro que hay excepciones, pero estas, además de ser raras y pocas, son aburridas y no dan ni para escribir medio post pedorro.

Siempre la culpa es de otro, decíamos.
Los profesores bajan el nivel de exigencia en cuanto a material de lectura y demás y después vuelve a bajarlo al momento de evaluar, ya que tampoco exige conocimientos sobre ese mermado temario a estudiar.

Los profesores de las últimas materias, dirán que en las primeras materias, en las generales, no se les enseñó bien, entonces sería injusto ser exigentes con los "chicos".
Los de las primeras materias, dirán que la culpa es del CBC y así todos, hasta que llegaremos a las maestras jardineras que le echarán la culpa a los padres.
Los padres delegarán sus responsabilidades en todos los maestros y en el gobierno.

Entonces saldrán profesionales que no sirven para nada.
La cantidad de llorones que vi en mis años de UBA (tanto en calidad de alumno, como en calidad de profesor ayudante) fue terrible. No me los banco (creo que ya lo dije).

Cuando el decano de medicina quiere poner un examen de ingreso "complicado" en el que hay ejercicios de lógica, o de regla de tres simple, o en el que se pregunta qué fue la perestroika todos ponen el grito en el cielo. Y las presiones o el reemplazo del decano hacen caer ese examen y deja entrar a todas esas bestias a que pasten su ignorancia e incapacidad por las aulas públicas. Total, es gratis.

Demás está decir que las cosas que paga el estado no son gratis (no es gratis el fútbol, no es gratis la educación, no es gratis la salud). Todo se paga, de una u otra forma.
Pero el concepto se confunde con la misma facilidad con que lo público es entendido como "de nadie" en vez de ser entendido como "de todos".

Uno prende la tele, lee un diario, escucha la radio y hay un denominador común. La ignorancia. La falta de preparación (de todos, políticos, "periodistas", gente, publicitarios, etc). Ya ni siquiera se habla con propiedad o, siquiera, con un mínimo de coherencia.

Desde la tercera presidencia de Perón, cuando se intervinieron todas las universidades, se produjo un declive que no reconoció freno en ninguno de los gobiernos que lo sucedieron. Cada vez se cae más bajo y a mayor velocidad.
Hoy, cuando un grupo de "alumnos" secundarios grandotes, con pelos en las piernas, "nenes" de 1,80 mts., y 80 Kilos, patotean, empujan, pegan, o prenden fuego a una pobre maestra de 1,60 mts. y 45 kilos, los padres salen a defenderlos.

No tengo dudas de que la justicia en este país tiene una deuda enorme con la sociedad, pero parece que los únicos que tienen que caer son los poderosos.
Escuchar a los padres de Piki dar cátedra y exigir que alguien se haga cargo mientras repartían responsabilidades a todos, menos a ellos mismos que criaron un nene que, a los 16 años ya tiene 5o entradas en la comisaría, me revuelve las tripas.

Y si, se que no lo hace por gusto. Se que la sociedad no es justa y que se tiene que hacer algo para resolver estructuralmente el problema, pero eso no quiere decir que el pibe no tenga que ir preso.

Si bien pertenecen a mudos distintos, las actitudes son similares. No hacerse cargo. No importa si se es pobre o rico, si se tienen estudios, o no, si se tiene trabajo, o no.
Siempre la culpa va a ser de otro.
Pasamos el semáforo en rojo, pero cómo nos van a poner una multa, si las calles están hechas pelota.
La cantidad de veces que escuché decir "el profesor me tiene bronca" ¿bronca de qué? no existís para el profesor.

Me parece que mientras no nos hagamos cargo de nosotros mismos, mientras sigamos pensando que el único que miente y acomoda la realidad es el INDEC, vamos a seguir hundiéndonos.

Si algo le agradezco a mi viejo, es el haberme mandado a cagar cada vez que quise echar la culpa de un bochazo a otro que no fuera yo.
No me banco a los llorones y no me sale ser complaciente.

Tengo más para decir, pero me fui un poco a la mierda con la extensión del post, así que ya vendrá la parte dos.... (y tiene que ver con el idioma castellano... ese que ya no se usa)

martes, 25 de agosto de 2009

Hay momentos de la vida en los que uno es un simple espectador.
Otros en los que parece que no pudiéramos siquiera entender qué es lo que está pasando.
Muchos momentos de nuestra vida los pasamos "navegando", yendo donde nos lleva la corriente.
Sería un error pensar que estos momentos "a la deriva" constituyen una pérdida de tiempo.
Si logramos ir prestando atención, observando el entorno que nos rodea, escuchando las voces que nos hablan, aprehendiendo las enseñanzas de la vida, entonces no habremos perdido nada.
Nos encontraremos al frente de nuestras vidas, de nuestros destinos. Nos encontraremos con que no sólo sabemos a dónde queremos ir, sino que sabemos también cómo queremos hacerlo.

Cuando pudiste absorber estas experiencias, cuando lograste madurar lo justo y necesario sin perder las fantasías, entonces te verás tomando decisiones un poco más sabias, un poco más sanas.

Decidí bajar mis gastos. Decidí que no quiero cagar más alto que el culo.
Decidí que los placeres no valen lo que me cuestan.
Decidí resignar zona, para tener más metros, para poner un taller/escritorio/atellier, para poder un asadito en una parrilla.
Decidí que no necesito más lujos, que prefiero las cosas más simples.
Decidí separarme un poquito y no seguir cumpliendo con normas/ideas/estereotipos de otros.
Decidí estar contento y, si bien cuesta mucho bajar el acelere y la presión, con esfuerzo se consigue.
Está bueno sentirse más libre. Está bueno que te descubras, que te des cuenta que tenías deseos o fantasías que no conocías.
Quiere decir que volvés a escucharte.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Un comentario -y mi respuesta- en la entrada anterior, me dejaron pensando.
¿Todo merece respeto?
Si yo quisiera, por ejemplo, el exterminio de las personas con ideas de izquierda, ¿merecería respeto?
Vale hacer una aclaración: cuando hablo de respeto hablo lisa y llanamente de eso. No hablo de la libertad que tiene cada uno de pensar y decir lo que quiera. No discuto esos derechos.
Pero de ahí, a tener que respetar ciertas cosas, hay un gran trecho.
Creo que en algún momento traté este tema, pero la verdad es que me da bastante fiaca ponerme a buscar.
Si yo quisiera que volvieran los militares y la tortura, desaparición de personas y apropiación de bebés, seguramente nadie abogaría por el respeto que merecen mis ideas.

Yo respeto a algunas personas religiosas. Pero las respeto a pesar de ser religiosas.
Saco de la ecuación a la gente mayor, porque, la verdad, llega una edad en la que se agarran de lo que pueden, y si ir a una iglesia o a un templo les hace bien, que así sea.

Pero el resto de la gente, la verdad, es que no me merecen el menor respeto. Puedo respetarlas como personas, respetar gran parte de sus ideas, de sus valores, pero ni a palos puedo respetar que sean religiosos.

Centro el tema de discusión en la iglesia católica por una razón muy simple; es la que manda. El resto de las religiones en el país prácticamente no existen, y en el mundo, la más poderosa, numerosa y rica es la católica.

¿O acaso vieron alguna vez una misa (o como se llame) judía o islámica por televisión abierta? ¿Alguien sabe el nombre de la máxima autoridad musulmana o judía?
Sin embargo, todos sabemos el nombre del papa.

Hay quienes dirán que el cristianismo (o catolicismo) más allá de sus falencias, promueve la ayuda y el amor al prójimo y no sé cuantas cosas más.
Muchos basarán sus argumentos en curas como Farinello, que dedica su vida a los pobres.
A ellos les digo que eso no es porque son católicos. Lo hacen porque son buenos tipos.
Y hay gente de otras religiones, y gente atea y gente agnóstica que también ayuda a la gente.

Es un tema de lógica elemental.
Es lo que se conoce como falacia.
"Juan es bueno. Juan es católico. Ser católico es bueno."
Y no es así.

Tampoco me terminan de convencer los que la van a medias. Los que toman las partes lindas, o que les convienen, de la religión.
Que venga alguien, me diga que es católico, y después vaya y coja con forro, no.
La verdad es que no es así la cosa. Te creerás católico, seguirás algunos (o muchos) preceptos de la iglesia católica, pero si te masturbás, si tuviste relaciones prematrimoniales, si fornicaste, etc, católico católico no sos.
Ojo, no es algo que a mi me moleste o me importe porque el último lugar que quiero ocupar es el de alcahuete de la religión.

La cuestión es que la religión católica promueve el odio, la muerte, la inquisición, la persecución.
Y lo hace tanto en vida, como en la muerte de la gente.
No les alcanza con la evangelización en vida, también tiene que venir y castigarme a una eternidad de castigo.

Yo soy un gran aficionado al pecado. Me gusta, me tienta, me puede.
Cuanto pecado se me cruce en la vida, si no lo cometo le pego en el palo.
Serían muchos los motivos por los que, conforme la religión católica, me corresponde pasarme la eternidad en el infierno, sufriendo el peor de los castigos hasta el fin de los tiempos.

Ni más ni menos que eso. Y todo por hacer cosas que no molestan a nadie. Y todo por cuestiones que no le hacen mal a nadie.

Entonces, no merece mi respeto quien me condena a una eternidad de torturas en el infierno.
Se que muchos van a sentirse ofendidos. A ellos les digo que su religión me está mandando al infierno.
No respeto a los católicos. No respeto a la religión cristiana. El papa me causa repulsión. Tanto este, como todos los que lo precedieron. No puedo entender qué es lo que hace que la gente vaya a una iglesia, a una misa.
No los respeto. No los entiendo.
Y, como se meten conmigo, tengo el derecho de meterme con ellos.
Como no creo en la vida eterna, ni en el infierno, zafaron, pero de todo corazón les digo a los de la iglesia, a los curas, a los papas, a las monjas, a los rabinos, a los ayatolah (o como sea) a ellos les digo que se pueden ir bien a la mierda.
Que pueden meterse todas sus reglas, castigos, verdades y valores, bien en el culo.

Lo único, pero lo único único, que me gusta de este gobierno K es que mandó a cagar a la iglesia.

A los que se sientan ofendidos, no les pido perdón, los invito a que lean la biblia y, si después de leerla, siguen pensando que la iglesia es "buena" entonces hablamos, pero no vale dejar de lado las cosas que no les gustan. No vale dejar de lado los mandatos a lapidar a las mujeres adúlteras. No vale dejar de lado la orden de matar a quien toca piel de cerdo un sábado, etc.
Hay que leerla enterita, y no la versión para niños. Porque esa versión edulcorada no es otra cosa que una maniobra para venderse mejor en los tiempos que corren.

Todas las opiniones, broncas, argumentos, discusiones y puteadas serán recibidas y contestadas. Libertad absoluta para decir lo que quieran, mis queridos feligreses

viernes, 14 de agosto de 2009

Vientos y tempestades es la versión original.
Desde hace años tengo la certeza de que si sembrás monjas (colegios católicos) cosecharás putas.
Más allá de la cuota de ingenuidad que tienen los padres que mandan a sus hijas a este tipo de colegios, no puedo dejar de pensar que por algo el mundo anda como anda.

No puedo entender qué es lo que lleva a los padres a mandar a sus hijos a colegios religiosos. Y va más allá de mi absoluto desprecio por las religiones.
Simplemente creo que hay cosas que no se deben mezclar.

Así como donde se trabaja no se caga, donde se aprende, donde se piensa, no se "religiona".

El colmo, igual, está dado por colegios que contienen "esclavas" o "adoratrices". ¿Tienen caca en la cabeza? ¿Cómo es que se te ocurre que tu hija tiene que ser educada y convertirse en una esclava del sagrado corazón de Jesús?

En fin; después no se quejen si la nena busca refugio en la ginebra o en entregar el toto por un trago en una bailanta.

Calavera no chilla.


Ahora, pasando a las mujeres y sus constantes quejas hacia los hombres, les digo exactamente lo mismo.
Esta horda de semiputos afeminados, histéricos, coquetos, adictos a los reflejos, las cremas humectantes, la manicura y preocupados por cómo les calza un jean, es lo que les toca cosechar después de temporadas y temporadas de siembras equivocadas

Tiraron demasiado de la cuerda.
¿Querían alguien que las escuchara?
Ahora tienen competencia de chusmerío.

¿Querían alguien que se arreglara?
Ahora tienen alguien que les ocupa todo el botiquín.

¿Querían alguien que, no sólo levantara la tapa, sino que después la volviera a bajar?
Ahora tienen alguien que tarda 2 horas en arreglarse.

¿Querían un tipo que no se despertara temprano los domingos para ver la carrera? (y los sábados para ver la clasificación).
Ahora tienen un tipo que tiene que llamar al auxilio mecánico para cambiar una rueda.

Siembra sensibles y cosecharas maracas.

martes, 11 de agosto de 2009

En los últimos años han proliferado los locales gastronómicos "modernos".
Todos ellos tienen cosas en común, por ejemplo:

Son caros. Y terminan siendo mucho más caros que las vieja y querida cantina.
Tienen una luz medio rara que hace que no podamos ver bien.
Los platos parecen más ricos de lo que son en realidad.
La/el moza/o -que a primera vista te enamoró- te dan ganas de cometer asesinato.
Son confusos (poca luz, el alto volumen de la música y los carteles inentendibles en los baños).
Son complicados (poner una lechuga abajo de la milanesa no la convierte en "selección de peceto con croutons triturado sobre colchón de finas hierbas").
Y, por último, uno termina pagando más de lo que vale, prometiendo haber aprendido la lección y no volver nunca más y volviendo a equivocarse (no con el mismo, pero con otro parecido).

Siempre supe que había un tipo de mujer que encajaba con esta descripción.
Por un tiempo fui uno más de los que prometió no volver jamás (y no cumplía).
Después entendí el juego, y me dediqué a comer en esos restó, pero sin hacerme cargo de la abultada cuenta.
Y finalmente decidí que ya era suficiente, que era hora de encontrar esa cantina que a uno lo hace sentir como en casa, en la que uno conoce a los mozos por el nombre y ellos también a uno.
Un lugar en el que, como te conocen, no intentan venderte como bueno el plato que no salió ayer, sino que te recomiendan de corazón.
Un lugar en el que el mozo entiende perfectamente qué es lo que querés cuando le pedís "la cuenta y dos cafés" (que no tiene nada que ver con "dos cafés y la cuenta").

En fin: hay que huir tanto de los restós como de las chicas "palermo".

Y dicen por ahí que está habiendo una gran proliferación de "hombres palermo". ¿es así?

miércoles, 5 de agosto de 2009

No se preocupen. No les voy a hablar de las cuentas de gas, luz, tarjetas y demás porquerías que tampoco me cierran.

Se me dio por hacer algunos números.

La expectativa de vida en Argentina es de 75 años.
Los primeros 25 los pasamos "preparándonos" en establecimientos educativos (contando universidad).
De las 24 horas del día, 8 se deberían dedicar a dormir (yo no llego).
De 7 días que tiene la semana, 2 son de descanso.
Sumando fines de semana, feriados y vacaciones, de los 365 días que tiene el año, entre 100 y 120 son de descanso.

Es decir que, incluso con estos más que benévolos datos, dos tercios de nuestra vida la dedicamos a trabajar.
Sólo un tercio es de descanso.

La verdad es que no cierra mucho el número.

Pero, si tenemos en cuenta que sólo una pequeña porción de ese tercio que está a nuestra disposición, lo usamos como queremos estamos en serios problemas.

Porque los fines de semana, o las vacaciones uno termina reponiéndose de una semana o año agotador.
Porque en definitiva, terminamos convirtiendo a esos momentos libres cada noche, o esos sábados... o esas siempre cortas vacaciones, en algo necesario para poder seguir trabajando.

Porque cuando los japoneses (que de esto entienden) obligan a sus empleados a irse a la casa, a irse de vacaciones, a hacer pausas en el trabajo, no lo hacen por amor al prójimo, sino que se basan en estudios que indican que en el largo plazo el trabajador "feliz" rinde más.

Por lo tanto, en vez de quemarnos de una y que quedemos inservibles a los 50, es mejor que tengamos vacaciones, que podamos ver un par de horas de tele lobotomizadora cada noche, así nuestra vida útil será más larga.

A mi me parece que los que la tenían clara de verdad eran los Griegos, que consideraban al trabajo, como lo que es, una mierda.
Convengamos en que por algo nos dan plata a cambio, no? Tan copado no debe ser.

Lo que dignifica no es el trabajo, lo que dignifica es la actividad creadora del hombre.

Toda esta cuestión de la división de tareas, de especialización, de diversificación de los cultivos, etc., empezó para mejorar las cosas, pero en algún lado se nos fue de las manos.
Me parece que las ventajas son muuuuuuucho menos que las desventajas.

Me pongo a pensar en lo que gana un matrimonio laburante, de los laburantes más sacrificados (que son la gran mayoría) y es para matarse. ¿Y qué tienen a cambio?

La gran mayoría de los sociólogos teóricos coinciden en que la vida en sociedad responde a un contrato, a un acuerdo de los hombres para vivir mejor de lo que se vivía en el caos.
Entonces, el individuo resigna algo (libertades, etc) y recibe a algo cambio de la sociedad (seguridad, reglas claras, colaboración, etc).

Y yo entonces me pregunto si a este matrimonio laburante se le pusiera adelante este, "nuestro" contrato ¿lo firmaría? Yo, ni loco.

Los dos laburan como locos, sus hijos van al colegio, comen como el orto, viven en casas del orto, en barrios del orto. Los cagan afanando, viajan como el orto. Los hospitales, la justicia, la policía, las escuelas, funcionan como el orto.

Da toda la sensación de que si este matrimonio se va a un descampado a 500km de la ciudad y nadie los molesta, vivirían mucho mejor. Me parece que sería más justa la retribución que percibirían al trabajar su tierra y criar sus animales, que la que perciben de sus respectivos patrones.

Volviendo a la relación tercio / dos tercios, no logro terminar de entender qué es lo que lleva a casi 2 tercios de la población (tanto argentina como mundial) a bancarse las cosas como están.
No lo entiendo. Yo, ganando bien, tengo los huevos llenos y ganas de matar a medio mundo, no me quiero ni imaginar lo que haría si no tuviera un mango.

martes, 4 de agosto de 2009

Sisisisisissiisisisi.
Hoy es uno de esos días en los que deseo no sólo no haberme despertado, sino que me encantaría volver, digamos 25 años atrás y hacerme el enfermo, que mi mamá me deje pasarme a su cama a ver tele todo el día.
Que me prepare huevos pasados por agua y me lleve un plato de sopa para almorzar en la cama mientras veo Seriff Lobo y después los Dukes de Hazzard.

Hoy es uno de esos días en que necesito no vivir en la realidad. En que me molestan desde mis problemas laborales, hasta los económicos, pasando por noticias tan pedorras como las discusiones de este país de merda.

Hace años que me dieron de alta en terapia. Igual, sé que esta sensación es pasajera. Conozco los motivos, razones y circunstancias que la detonan, así que valió la pena tanto tiempo, esfuerzo y dinero invertido.

Pero hoy es uno de esos días en que hay que invertir un poquito más y armarse un bruto troncho de flower power.
Reunión a las 13 y de ahí, derecho a casa.

Después les cuento como me fue

miércoles, 29 de julio de 2009

-"No amor. No pasa nada con tomar una copita de vino, aunque estemos buscando".

-"No amor. No pasa nada con fumar un poquito, aunque estemos buscando".

-"No amor. No puedo ni correr ni hacer abdominales, porque estamos buscando".


Y el que piense que hay una sola realidad, que venga a discutirle a mi Dorta

martes, 28 de julio de 2009

Así estoy, como el orto, entre nosotros, mal.

Voy a tratar de organizar un poco el remolino de cosas que me da vueltas por la cabeza.

Mi profesión representa para mi un 80% de embole y un 20% de "copado". Gran parte de ese 20% está dado porque me permite tener -dentro de todo- mis horarios.
El 80% restante me lo banco por el vil billete.

Hasta hace poco mi idea era abandonar mi profesión y retirarme hacia pagos más tranquilos, más acordes a mis gustos y necesidades.

Las posibilidades las dividí en dos grandes grupos. Afuera y Adentro.
Afuera había un sinfín de países y ciudades con posibilidades. (Nunca la idea era ir de ilegal a lavar copas)
También había unas cuantas opciones de inversiones en el interior del país.
La opción que más "cocinada" tenía era en Bariloche.

Los pro de ambas opciones se contaban de a cientos.
Las contras, de a uno. La familia.

Veo a mis sobrinos disfrutar de sus abuelos, jugar con su primo, ver a sus bisabuelos, a mi (gran tío, si los hay) y por un lado, me muero de pensar en no verlos más.

Seamos realistas, esa huevada de "2 veces por año, nos vemos seguro... son pocas horas de vuelo" es tan irreal como el "que no se corte" del viaje de egresados.

A la falta de mis sobrinos, se me suma la falta de todo tipo de familia que tendrían mis propios hijos.

Entonces, al principio más puteador, y ahora más tranquilo, guardo violín en bolsa y dejo de lado estos proyectos.

Pero no me quedé ahí. Empecé a reestructurar un poco mi vida, y el objetivo sería lograr una mejor calidad de ídem manteniendo este trabajo y esta ciudad.
En cuanto a la parte laboral, si bien cuesta, se me van ocurriendo cosas y voy haciendo pequeños ajustes. Creo que va a dar resultado y me permitirá el día de mañana, contar con tiempo libre para desarrollar mi otra faceta.

En cuanto a la ciudad, decidimos vivir en casa en vez de departamento. La idea de tener un poco de pasto, de que no haya la locura que hay acá, y la posibilidad de tener un tallercito al fondo me fascinan.

La búsqueda va por zona norte (Vicente López).

Entonces, me pone como el reverendo ojete despertarme hoy y ver que, a dos cuadras de donde vi una casa el fin de semana, mataron a un pibe porque no les quiso dar el auto a unos chorros.
Me quema el cerebro que un borrego de 16 años tenga 50 entradas a la comisaría.

No soporto la idea de que vivimos en un constante estado de sitio y de guerra.
Lo de zona norte es anecdótico, porque pasa en todo el país, si no es para chorear, es porque no les gustó un flogger, que se yo. No importa. Sea por plata, por gusto, por bronca o lo que corno sea, la vida no vale.

La vida de las víctimas de agresiones, de robos y secuestros, no vale para ellos.
La vida de los pobres, de los desnutridos, de los analfabetos, no vale para nosotros.

Como en todo, hay mejores y peores, más y menos culpables, más o menos víctimas, más o menos inocencia.

No hace mucho que, por cuestiones de trabajo tuve que ir a una villa que hay en San Fernando (hace poco apareció un muerto, y cuando yo estaba, se escuchaban disparos cada tanto).
Fui a una casa. En el frente funcionaba una despensa y arriba estaba la "casa". Dos piezas, un baño y un rincón como cocina. No debía tener más de 30 metros.
Eran 10 los que vivían ahí. 3 familias. de los 10 que vivían ahí, 8 eran menores de edad. Uno era un abuelo y el otro, el padre de las 3 hijas (menores) que vivían ahí con sus hijos.

La verdad es que se me frunció. Me terminó de pegar esa realidad en la cara. Pensaba en esos chicos que nacían ahí. Y vi, con mis propios ojos, la desesperanza. Pensaba en cual podía ser el futuro al que estos chicos podían aspirar y no encontraba ni media respuesta.

No digo que no haya que meter preso a todos los chorros (sean de los turros o de los necesitados). Eso hay que hacerlo. Punto.
Pero nos está faltando solucionar un problema grosso.
Y no termino de entender cómo mierda no se hace nada.
Entiendo que la gente -o la mayoría- no es buena, que no nos nace ayudar y preocuparnos por el otro.
Aunque sea por las razones más viles, nos convendría que la gente esté más integrada, que tenga algo para perder, que no estén jugados, que no les de lo mismo matar o no matar.

Y acá es donde se me viene a la mente el viaje que hice a Europa, y la envidia que me daba Amsterdam, por ejemplo, que es una ciudad en la que las casas están hechas "para afuera". Todas tiene su ventana que da a la calle, NO HAY UNA SOLA REJA, y prácticamente no hay cortinas. La gente decora sus ventanas hacia afuera, no hacia adentro.

No se si tiene sentido todo esto que digo... pero ahí está

viernes, 24 de julio de 2009

A raíz del post anterior, charlando con Laura, arribamos a un nuevo tema, quizás una ramificación del anterior que había que explorar un poco.

Sinceramente creo que ya escribí algo de esto. Pero, como podrán apreciar, soy un desastre con las etiquetas y me da fiaca buscar.
Así que veremos -en caso que efectivamente haya tratado este tema- si resisto un archivo.

El tema a tratar son los cuernos y la confesión.

A los fines de la teoría, demos por cierto que meter los cuernos "está mal".

El mundo está dividido en 2 clases de personas: Las que meten los cuernos y las que no.
Las personas que meten los cuernos, se dividen en 2 clases: las que lo cuentan y las que no.

Para que nos entendamos bien, en la categoría de "no lo cuenta" sólo entran aquellos que lo hacen sin que sus parejas se enteren... JAMÁS.

En la categoría de los que cuentan, están los que lo dicen abiertamente o los que, voluntaria o involuntariamente, se lo hacen saber al otro.

Salvo contadísimas excepciones, cuando uno es descubierto, es porque quiso. Porque se confió, porque se fue de mambo, porque es un tarado/a, lo que sea, pero consciente o inconscientemente quería ser descubierto.

Los que van y lo cuentan, sostienen hacerlo en pos de la confianza y/o el amor que tienen con su cornuda pareja. Una especie de "Yo me encamaré con otras minas, pero jamás te mentiría".
Y ahí surgen frases, conceptos, palabras totalmente vacías y carentes de significado; que la confianza, que el respeto, que es TU decisión, que te lo digo para que hagas lo que quieras, que no puedo vivir con esta culpa, que no puedo mirarte a los ojos, etc.

Nunca estuve en esa situación, ni de un lado ni del otro. Nunca dije ni me dijeron.
En realidad, nunca lo hice. Tuve dos ocasiones que rozarían los cuernos. Una fue durante una separación temporal y la otra fue con la relación ya casi terminada, a la que le faltaba el corte formal.

Si me los metieron a mi, no se. La verdad es que tampoco me interesa.

La verdad es que no se cómo reaccionaría frente a unos cuernos.
Lo que si es seguro es que si me entero o me lo venís a contar, fuiste. Así de rápido y de corto. Sin pedir ni dar explicaciones.

Lo que me embola -supongo- no son los cuernos, sino la falta de respeto. Y la falta de respeto está dada por el mismo hecho de que yo me entere, sea como sea que esto pase.
Y no, no te suma ni medio punto venir a contármelo.

Si me lo venís a contar, puede deberse a dos cosas; o pensás que me voy a enterar y entonces querés prevenir, o la hiciste bien y estás cubierta, pero igual querés contármelo.

En el primer caso, fuiste por boluda, por no hacerla ni un poquito bien.
En el segundo caso, fuiste por hija de puta.

Lo pienso, y leo posts, y veo comentarios y me doy cuenta que hay de todo, pero hay una postura que tiene bastantes adeptos y es la de favorecer al que lo cuenta, al que fue "honesto" al que "vino y me lo dijo en la cara".
Es como que el hecho de haberlo contado voluntariamente sumara puntos y le permitiera a uno aspirar a un perdón.

A mi me parece un verdadero disparate. Me parece una perversa la persona que se sienta con su pareja y le dice (no se cómo será la charla) pero algo parecido a "...y estaba en pedo... o confundido/a y bueno...." o cosas como "me movió el piso" y no se cuantas gansadas más se dirán por ahí.

Creo que es el golpe de gracia. Ya meter los cuernos habla de una situación rara, pero encima ir y contárselo cuando el otro estaba feliz en su ignorancia, me parece que es de turro. Es de mala gente. Es meter el palo bien al fondo y revolver.

Si de verdad lo querés al otro, cortale, dale alguna excusa y dejalo que siga su vida en paz.

Se abre el debate, la encuesta... los escucho

miércoles, 22 de julio de 2009

La confianza es esencial en una pareja.
Me preguntaban si mi chica sabe de la existencia de este blog.
Dije que si, pero que, creo, que no lo lee, ya que yo le pedí que no lo hiciera, así podía escribir libremente. No es lindo, por ejemplo, escribir sobre una ex, sabiendo que tu mujer puede leerlo. Y yo, entre muchas otras cosas, tenía ganas de escribir sobre mis ex.

Entonces, yo escribo tranquilo. Y si ella lo lee y le molesta algo, problema de ella.

Mi computadora no tiene clave.
Dejo el celular a la vista.
Abandoné el messenger (es de otra etapa de mi vida).

Tengo amigos que están solteros. Más de una vez, fui a cenar con ellos y cayeron algunas chicas ligeritas (para mi, la salida era la cena, para mis amigos, esa era la previa) y así fue contado a mi mujer, sin mayores problemas.


Porque uno no puede, ni debe, pensar que su mujer es tonta.
Yo a la mía la conocí a los 30 años.
Los dos habíamos conocido ya el mundo.
Yo no puedo, entonces, decirle que para la despedida de solteros, fuimos a comer algo.
Es tratarla de boluda. Es darle motivos y razones para que desconfíe.
Entonces, simplemente le digo que fuimos a comer algo y después a un cabarulo.
Y hasta ahí llega la información.
¿Se va a enojar porque voy a ver minas en bolas? No creo. No debería. No es digno de MI mujer.
No es algo de todos los días, además.

Hubo otra despedida que fue en una quinta.
Y yo le dije que habíamos contratado un par de gatos que bailaban y después, el homenajeado y quien tuviera ganas le entraba.

Mis amigos dicen que estoy loco, yo pienso que soy racional.
No me da para tratar de boluda a mi mujer. ¿Cómo me va a creer que somos 8 tipos, que es una despedida de solteros en una quinta alquilada por esa noche, y que más.... que nos juntamos a comer un asado y después jugamos un torneo de truco?
Yo me pongo en el lugar de ella y pienso "este tipo me cagó".
Es muy burda la mentira.

O sea.... me estoy yendo a una despedida de solteros, no a un retiro espiritual.
Si le miento ahí, con qué cara me voy después con un amigo a pescar 1 semana al sur?

¿Ustedes creerían el cuento de una despedida de solteros sin ver una tetita?
¿Se enojarían por esa confesión?

martes, 21 de julio de 2009

943

Fue un 21 de diciembre.
Se iba el 2006.
Hacía menos de un mes que había tomado la decisión de relajar.
Había llegado a los 30 con un divorcio a cuestas.
Había llegado a los 30 haciendo todo lo que "había" que hacer.
Había tenido mis momentos altos; momentos bajos; momentos de paz y momentos de descontrol.
Me iba bien en el laburo (aunque lejos estaba de llenarme), me había mudado, había cambiado el auto.
Me había acostado con todo tipo de mujeres. Me había sacado las ganas y cumplido mis fantasías.
Había hecho sufrir y había sufrido.
Habían sido 7 años de grandes amistades y de camaradería, de noches ya amanecidas acompañadas de Johnnie Walker y faso.
7 años de que me mi casa sea la tuya, la de todos.
7 años de despertarme y no saber dónde estaba, o quién había sido la de la noche anterior.
7 años de joda con un sólo franco por semana.
7 años de recitales, y de raves, y de fiestas, y de afters (office y hours).
7 agotadores años.

Mis 30 fueron la despedida. Gran fiesta gran y basta. Basta para mi.
Basta sano. Basta pensado. Basta tranquilo. Basta de boludear.
Basta porque ya no me divertía. Basta de buscar. Basta de esforzarme.
Basta de querer encontrarte en los lugares equivocados.

Fue un aprendizaje. En esos 7 años me di todos los lujos.
Satisfice todos mis deseos y obtuve grandes placeres.
Pero, como dije en un post anterior, una cosa es placer y otra es felicidad.
En esos 7 años me divertí y gocé mucho, pero también aprendí que un culo duro, unos pechos turgentes, una piel suave, una boca golosa, no iban a brindarme felicidad.

Cuando me di cuenta de que la felicidad venía de adentro, cuando estuve en ese lugar en el que yo me la podía proporcionar; cuando dejé de buscar y de esperar cosas del "afuera".

Ahí apareciste vos. Hace ya 943 días.
No tuve miedo. Ni por un instante. No tuve miedo al decirte "te amo" aunque hubieran pasado sólo unos días.
No tuve miedo en convertirte en la primera -en más de 7 años- que llevaba a conocer a mi familia, a mis sobrinos.
No tuve miedo tampoco cuando a los pocos días empezamos a planear nuestro viaje a Europa.
Tampoco cuando te pedí que te vinieras a vivir conmigo.
Tampoco me da miedo vender mi Loft para comprar una casa. Para tener una parrilla. Para tener un jardincito. Para que tengamos nuestro taller y podamos volar y crear juntos.
Tampoco siento miedo cuando, en estos 943 días, ya más de 2 años y medio, HOY estoy más enamorado que ayer, y que nunca. Pero no es ese amor "pensado", que tiene en cuenta los proyectos y demás cosas, sino que es un sentimiento de amor sincero, visceral, que hace que te vea a la mañana y te abrace aún soñoliento.
Ni la rutina, ni las obligaciones, ni los problemas cotidianos, o las peleas logran opacar este amor.
Se que todavía te sorprendés cuando, mientras cocinás y te ponés a bailar, descubrís que te estoy mirando embobado y que me acerco para darte un abrazo de oso.
Ni por un minuto, desde que te conozco, tuve miedo de amarte.
Tampoco tengo miedo ahora que queremos tener un hijo.

lunes, 20 de julio de 2009

Y hoy usaré este blog como lo que alguna vez, alguien habrá pensado que debería ser la razón de ser de estos bichos.
Sin ninguna finalidad, y sólo para descargar un poco, hoy estoy de bajón.
Me quedé en casa por fiaca, pensando en un montón de cosas "creativas" que quería hacer y para las que el tiempo libre me iba a ayudar, y no puedo hacer ninguna.
Desde ayer ya que para lo único que sirvo es para ver tele.
Estoy hecho un boludo a cuerda.

viernes, 17 de julio de 2009

Gandhi dijo: "En el Mundo hay suficiente para las necesidades de todos, pero no lo suficiente paras su avaricia"

Un pelotudo una vez me dijo: "No es lo mismo placer que felicidad"

No es un chiste, ni una chicana. De verdad era un pelotudo el tipo. Un pobre infeliz. Pero me dijo esa frase y me gustó, así que me la quedé.

Pensaba entonces en las veces en que había gastado más de la cuenta, confundiendo estos conceptos.
Pensé en cuando cambié el auto, y lo mal que me sentí a los pocos días de estrenar ese cero kilómetro, cuando me di cuenta de que no lo necesitaba. De que iba a estar 5 años pagando las cuotas de algo que no me hacía falta; pagando más de seguro y más de patente, por algo que era un lujo que, evidentemente no debería haberme dado.

La bronca no me duró tanto. Una de las enseñanzas más preciadas es que no vale la pena llorar sobre la leche derramada, siempre que hayas entendido y quieras arreglar lo te llevó a esa situación.

Cuando este pelotudo me dijo esa frase, se me vino a la cabeza esta experiencia con el auto.

Y me di cuenta de que ese día, ésa era la lección que había aprendido.
Entonces agradecí el poder cubrir esos gastos extras, de manera tal que no me saliera tan cara esa valiosa lección.

Años después de haberla aprendido, me encontré con la frase de Gandhi. Fue hace poco, en marzo pasado. La vi gravada en el monumento a los irlandeses que está en Manhattan, a pocos metros de lo que solía ser el centro neurálgico del capitalismo.

Me salió mucho más caro este viaje a NY que lo que me faltaba pagar por el auto. Sin embargo, no puedo evitar sentir que esa lección fue la aprendida de manera más placentera.

El placer es efímero por naturaleza. Es tan efímero el placer que te puede traer el nuevo Mercedes Benz como el que te trae un buen orgasmo.

Lo que es más perdurable es la felicidad (que no es lo mismo que la alegría).

Y acá se me unió el tema con las ideas de Epictecto, con su filosofía estóica. Porque los placeres, en general, no dependen de nosotros, los conseguimos "afuera", en cambio la felicidad es 100% nuestra.

En un contexto raro, o enseñada por una persona rara, inesperada, podemos encontrar grandes verdades, lecciones de vida que nos permiten vivir y ser mejores personas. Valores que deberían gobernar un poco más nuestra vida como sociedad.
Por eso, con el tiempo, empecé a escuchar más de lo que hablo y a leer más de lo que escribo.

martes, 14 de julio de 2009

El "inconveniente" de la entrada polémica me dejó pensando.
Muchas de las reacciones eran esperables.
Pero creo que el hecho de haber dado los nombres y links de la gente sobre la que estaba escribiendo, predispuso mal a la gente.
No me molesta que me discutan, o que me puteen. (no es que me encante, pero se que son las reglas de juego y las acepto).
Pero, evidentemente, el tiro me salió por la culata, porque en vez de discutir sobre la intolerancia que yo veo en los blogs y en la gente en general, terminamos hablando de escraches, códigos, víctimas y victimarios.

La verdad, es que la teoría conspirativa del escrache me parece una huevada.
En primer lugar, no es que estuviera dando el DNI y la dirección de las personas en cuestión.
En segundo lugar, no las estaba acusando de degollar gatitos en el patio.
Estaba analizando y opinando sobre actitudes que yo había leído por este medio.
Por lo tanto, me pareció apropiado hacer los links correspondientes para que el tuviera ganas de ver de qué hablaba, pudieran hacerlo.
Espero que la SIDE no haya dado con ellas aún, que hayan tenido de escapar de las hordas de furiosos bloggers.

Parece entonces, que puede decirse el pecado, pero no el pecador.
Parece que esta es una costumbre muy nuestra. Una especie de "código" muy mal entendido.
Eso que nos lleva, y me incluyo, a festejar la mano de Dios y a putear y elaborar teorías conspirativas por el penal de la final del 90.

En la administración pública, por ejemplo, el nuevo tiene que trabajar "tranqui" porque si no, pone en evidencia al resto.

Se putea contra los ñoquis, pero a la hora de dar nombres, todos calladitos.
Parece que ese chanchullo es mejor visto que el que se la lleva en pala.

Yo conocí de cerca el funcionamiento de la administración pública. Por contactos, por amistades, por trabajo.
En el estado nacional, el lema es "hacer lo mínimo indispensable". Si un trabajador osa laburar como se debe, pasa a ser un traidor.
En la ciudad, fue muy interesante ver como en un centro cultural en el que trabajaban activamente unas 30 personas, el día del censo aparecieron más de 200.
Y no es joda.
¿Ustedes piensan que alguna de las 30 personas saltó?
¿Ustedes piensan que no los habrían crucificado si lo hacían?

Se habla también de los hospitales.
Macri es un hijo de puta porque amarroca insumos. Porque centralizó todas las compras.
Lo que no se dice tanto, es que la gasa que un hospital pagaba $10, otro la pagaba $40.
Tampoco se dice que el director del hospital que más salió al cruce, que aparecía por todos los medios puteando y diciendo que no le mandaban insumos, está ahora procesado.
Parece que el tipo estaba entongado.

Me hablaron, tanto una chica cordobesa, cuyo nombre empieza con "Lu" y termina con "cre" y otro que "da besos en la plaza", del tema del contrabando de Macri, y del fallo de la corte corrupta y abyecta que lo absolvió.
La chica esta, en su perfil, dice que su profesión es "Derecho y Ciencia Política". Del otro chico no tengo idea.
Obviamente, ninguno de los dos leyó el fallo. Más grave en ella que dice trabajar en "derecho", que en él, de quien no se nada.
Pero en los diarios salió esa noticia. Entonces, es verdad. Entonces hay que creerles. Entonces hay que repetirla como idiota.
La técnica no es nueva.
Se usa desde hace ya muchos años. Fue muy utilizada por gobiernos fascistas.
Es la famosa "propaganda". Uno repite tanto una idea, y la sigue repitiendo, que la gente termina creyendo que es verdad.

Muchos me discutieron, adoptaron tal o cual postura, me criticaron con mayor o menor dureza.
Ninguno dijo a quién votó.
En este país yo no creo que haya un sólo político sin manchas.
Ninguno resiste un archivo.
Y los que lo resisten, es porque el archivo es de ayer, porque son nuevos, porque ni siquiera tuvieron la oportunidad.
Yo no conozco a ninguno que haya tenido la oportunidad, que haya ocupado un cargo y haya hecho una diferencia.

Obviamente no hay ninguno que sea perfecto. Nosotros tampoco lo somos.
El tema es que a nosotros nos gusta ser los más vivos, los más pillos.
Pero no nos gusta cuando el que se la lleva es otro.

Me gustaría saber quién de nosotros tiene todos los trapitos limpios. Quien jamás pagó una coima, se coló, se copió, pasó un semáforo en rojo, paró en doble fila, etc.
En 9 Reinas dicen que putas sobran, lo que faltan son capitales (o algo así) y yo creo que con esto pasa lo mismo, corruptos sobran, lo que falta son oportunidades.

En la UBA, donde estudié, cursé con el "jefé" o "presidente" de "LA PALACIOS". Es la agrupación estudiantil con mayor representatividad después de FRANJA MORADA.
Es recontra de izquierda.
Este chico vino a la primer clase. Nunca más apareció. Tampoco vino a rendir ningún parcial, ni el final.
Se sacó un 8.
En charlas de café me explicaba que tenían que sacar x cantidad de votos, porque así les daban la explotación de una fotocopiadora.
La librería del Centro goza de ciertos beneficios impositivos que otras librerías no tienen.
Sin embargo, venden los libros al mismo precio. (Yo supongo que la razón de ser del beneficio es que es de y para los alumnos, pero se ve que el equivocado soy yo).
Y estos corruptitos, son gente joven, están empezando.
Y son, siempre, de pensamientos de izquierda.
Y son, lamentablemente, 100% argentos.

En definitiva, algunos con más o menos dialéctica, algunos con más o menos diarios leídos, hicieron una defensa que yo no entiendo, no comparto, y que no discute ideas.

Me tildaron de fascista, nazi, y no se cuantas cosas más por haber votado al PRO.
O no piensan lo que dicen, o leen el diario de Yrigoyen.
En la provincia de Buenos Aires, el PRO sacó un poco más del 34% de los votos. Más de DOS MILLONES Y MEDIO de personas los votaron.
Si en la provincia hay dos palos y medio de tipos a los que les va como a mi, concheto con guita, garca oligarca, etc., etc., este país andaría mucho mejor de lo que anda.
Evidentemente los votó gente humilde, pobre, sino, no hay manera de ganar.

En muchos países europeos van alternando entre gobiernos de centro derecha y de centro izquierda, y los cambios no son terribles y los rumbos generales se mantienen.
Y el mundo está lleno de ejemplos de gobiernos desde la más extrema derecha a la más extrema izquierda que son o fueron de terror.

Pero eso es algo para charlar, para debatir, para discutir... y esta gente no discute, proclama, monologa... son bastantes parecidos a nuestra querida CFK.

Resumiendo:
Retomo los huevos de mi plato, los coloco en su lugar nuevamente y a esta gente "sin nombre" (porque no hay que ser buchón, vió) les digo... Me chupan un huevo.

lunes, 13 de julio de 2009

domingo, 12 de julio de 2009

Así me tienen los huevitos. Al plato.

¿Por qué la gente no puede simplemente ser feliz, o infeliz a su manera, con sus reglas, con sus valores y sus principios y respetar las libertades de los demás?

¿Por qué el que piensa distinto es un boludo?

Tomemos como ejemplo, la política.
Después de estas últimas elecciones leí en muchos blogs posteos del estilo "¿Están contetos ahora?" "Son todos putos", o boludos, o fascistas, o lo que a ustedes se les ocurra.
Lo mismo pasó cuando Menem ganó la reelección. Estaba mal visto haberlo votado, y sin embargo el tipo sacó más del 50% de los votos.

Y con estas últimas elecciones pasó algo bastante parecido. Mucha gente puteando contra los porteños y los de la Pcia. de Buenos Aires porque habían votado al PRO.
Lo que los blogs que se manifestaron al respecto tenían en común era: No decir a quién habían votado. Insultar y tratar o de hijo de puta o de boludo a los que habían votado "mal".
Sinceramente no lo puedo entender. Son todos boludos menos vos.
Y, como perdiste en las elecciones, sos minoría porque los otros giles todavía no la entienden como vos.
Lo peor es que estas personas -seguro- tienen ideas o valores "progre" y quieren distribución equitativa y demás, pero el facho se les sale de adentro, porque ellos son los que tienen la verdad.

Que se yo, hacete ver.

Hoy estaba leyendo esta entrada en el blog de Mine. Ella contando de una tarde con su chico en un Starbucks, hilando algunas ideas... un bonito post de domingo bien empezado.
Y salta una a comentar, con que los que van a Starbucks son todos putos, y que por suerte en "SU" ciudad no hay ninguno, aunque si hubiera seguro que irían todos los putos con guita, y que no cabe ni a palos eso de importar costumbres, y menos si son yankis y que se yo cuanta huevada más.
Más o menos que si te prendiste en la moda Yanki de pagar un huevo por un café sos un repelotudo, burgués, débil mental, etc., etc., etc.
¿Y si a mi me gusta Starbucks?
¿Y vos no compraste ninguna de las boludeces capitalistas yanquis, no? ¿No usás Jeans, ni All Stars (bien autóctonas), tampoco tenés computadora. Y mucho menos, pero menos que menos, te vas a prender en el invento yanki de los blogs.

La verdad, no da. Pero más allá de que no solo es fascista, sino que además es hipócrita, la verdad es que es al re pedo. Es hiriente, despectivo, altanero, intolerante, y demás.
Bancate que no piense como vos. Que no me gusten las mismas cosas que a vos. Discutímelas si querés, decime por qué pensás que estoy equivocado, pero de ahí a generalizar con que "todos los que piensan así, o asá, son putos".

Están muy histéricas: Julia y Lucre.


(Yo avisé que venía renovado. El que avisa no traiciona)

viernes, 10 de julio de 2009

Desde el instante en que nacemos, empezamos a morir.
Cada minuto que pasa, es uno menos que nos queda por vivir.

Lo lógico -y creo que es la idea de todos nosotros- sería la de aprovechar al máximo la vida, porque es corta. O, por lo menos, más corta de lo que muchos querríamos. (Eso será para debatir en otra entrada).

La cuestión es que, día a día, morimos un poco.
Es el orden natural de las cosas y no hay nada que podamos hacer para evitarlo.
Pero no es lo único que podemos hacer.
Con nuestra actitud, con nuestro proceder y pensar, día a día podemos agregar algo más a esta realidad irrefrenable.
Podemos hacer que -además de morir un poco- vivamos también otro tanto.
Porque si le sacamos todo el jugo que podamos a ese minuto, a ese día, entonces no es que nos va a quedar un minuto o un día menos de vida, sino que vamos a hacer sumado un nuevo día de placer, de felicidad.

Lo único irreversible en la vida es el tiempo. Si uno pierde plata, puede volver a ganarla. Si pierde la casa, puede volver a hacerla, si pierde amigos, puede encontrar nuevos, lo mismo pasa con las parejas. Y si no estudiaste una carrera, podés estudiar otra, o dedicarte a otra cosa. En fin, tenés infinitas posibilidades, libertad de acción.
Pero el tiempo no. Este día, si no lo aprovechás, no lo podés vivir nunca más. Nunca vas a poder volver atrás, nunca más vas a vivir ese día, esa hora, ese año.
Entonces, cuando uno simplemente "pasa" los días, está perdiendo algo que nunca podrá recuperar.

Una vez que entendemos eso, nos queda todavía un simple concepto que entender.
Y es lo que decía Epícteto. Yo lo cité aca.
Si no entendemos que nuestra belleza, nuestra altura, nuestra inteligencia, nuestro dinero, nuestra familia y demás, no dependen de nosotros. Si no entendemos que lo que los demás piensen de nosotros, cómo les caigamos, las virtudes y/o defectos que los otros ven, no dependen de nosotros.

Son muy pocas las cosas que dependen exclusivamente de nosotros. Nuestros valores, nuestros pensamientos.
El resto no dependen de nosotros. Y si nos jactamos o pensamos que dominamos esas cosas (como la guita), van a ser ellas las que nos dominen, las que nos rijan. Dejaremos de valer por nosotros, y pasaremos a valer por nuestra plata, o por nuestra belleza; cosas estas que no dependen de nosotros.

Y si pensamos un poco más, nos vamos a dar cuenta de que esas poquitas cosas que podemos dominar, que dependen de nosotros, son las que verdaderamente nos hacen felices.
Porque ya lo decía un fumón "Es preferible tener faso y no tener plata, que tener plata y no tener faso"

En realidad, tanto este como el post anterior nacieron a partir del título. Se me ocurrió que, todos morimos un poco día a día, pero cuando no somos libres, cuando no somos felices, cuando elegimos "lo seguro" cuando cualquier decisión que tomamos incluye la variable "plata", cuando perdemos el tiempo, cuando trabajamos de lo que no nos gusta, cuando hacemos una y otra vez un sacrificio atrás del otro sin llegar a comprender en pos de qué lo hacemos; entonces morimos un poco más. Con cada una de esas decisiones, morimos un poco más.

Más allá de suicidios, asesinatos y/o accidentes, los tipos libres, los que jamás se dejaron regir por las reglas sociales, los que vivieron creando tuvieron largas vidas.

Dali 85
Picasso 92
Einstein 76
Freud 83
Gandhi 79
Miguel Ángel 89
León Ferrari 89 (y sigue)
Duchamp 81
Simone de Beauvoir 78
Eiffel 91
Borges 87
Sábato 98 (y sigue)
Bioy Casares 85
Ray Bradbury 89 (y sigue)
Verdi 88
Platón 80

jueves, 9 de julio de 2009

Era mucho meter este cuento y lo que yo quiero decir, en una misma entrada.
Así que lo dividí en dos, porque este cuento me parece genial. Creo que refleja y reúne un análisis concienzudo de la realidad en unos pocos párrafos.
Es el cuento del santiagueño y Pascual Mastellone (dueño de la Serenísima).

Mastellone iba con su limosina Rolls Royce por una ruta argentina, cruzando por Santiago del Estero.
Estaba de buen humor porque había cerrado un negocio importantísimo, y lo había en la mitad del tiempo pensado.
Así que cuando, después de ver kilómetros y kilómetros de campo vacío, cuando vió a un hombre tirado, durmiendo la siesta bajo un árbol, le dijo a su chofer que parara el auto, y fue a hablar con el santiagueño, después de las introducciones Mastellone preguntó al santiagueño si le molestaba que le hiciera unas preguntas.

(M)- ¿Por qué tiene tan pocas vacas?

(S)- Porque con las que tengo, me alcanza. Saco leche para mi y mi familia, carne suficiente y me sirve también para canjear o vender y comprar lo que necesito.

(M)- ¿Y cuántos empleados tiene?

(S)- Nadie, por eso tengo poquitas vacas también, para poder cuidarlas yo solo.

(M)-¿Y por qué no compra más vacas?

(S)-¿Para qué?

(M)- Para tener más plata.

(S)-¿Y para qué quiero más plata?

(M)- Para poder comprar más vacas y equipamiento. Puede comprar máquinas de ordeñe.

(S)-¿Y para que quiero comprar máquinas de ordeñe?

(M)- Para agilizar su trabajo y obtener mayores rentas.

(S)-¿Y para qué quiero mayores rentas?

(M)- Para comprar algunos camiones cisterna y hacer el transporte de leche directamente usted?

(S)-¿Y para qué quiero hacer eso?

(M)- Para tener más renta y así poder invertir en camiones refrigerados y repartir también la carne

(M)- Y después puede abrir su propia carnicería, o hacer embutidos. Hacerse importante, hombre, tener mucho, pero muchísimo dinero.

(S)-¿Y para qué quiero yo muchísimo dinero?

(M)-Para darse todos los lujos hombre, para hacer lo que quiera, cuando quiera.

¿Y QUE TE PENSÁS QUE ESTABA HACIENDO HASTA QUE ME DESPERTASTE DE LA SIESTA?

Es tan fácil confundirse.

miércoles, 8 de julio de 2009

Quiero dormir un ratito más.
Quiero una medialuna. De grasa hoy.
Quiero café con leche.
O quiero mate. No se.
Quiero tener tiempo.
Quiero prender la radio.
Quiero escucharlo a Peña, de fondo.
Quiero darme un baño.
Quiero ponerme mis eternas All Stars.

Quiero salir a la calle.
Quiero que haya llovido.
Quiero que el sol se cuele entre las nubes.
Quiero oler el pasto mojado.
Quiero escuchar a Elvis Costello.

Quiero sentarme en la plaza, como antes.
Quiero ver a la gente que pasa.
Quiero inventarles vidas.
Quiero encontrarte en esa plaza.
Quiero saber que estás, aunque aún no te haya visto.
Quiero saber quien sos, aunque aún no te conozca.

Quiero llamarte sin hablar.
Quiero que vengas a mi encuentro.
Quiero que al verme vos también te des cuenta.
Quiero verte a los ojos y encontrar mi alma.
Quiero darte la mano y estar en casa.

Quiero besarte y prenderme fuego.
Quiero recorrerte y perderme en vos.
Quiero enloquecer y entregarme a la lujuria.
Quiero verte dormir plácidamente.
Quiero que sientas mi presencia y me regales una sonrisa.
Quiero rendirme al sueño piel con piel.

Quiero soñar con vos.
Quiero seguir durmiendo.
Quiero dormir un ratito más.

(¿cuantos snooze aguantan sin perder el hilo del sueño?
Yo perdí el hilo con la primer alarma.)

martes, 7 de julio de 2009


No . No estoy hablando de nada que se fume.

¿Por qué tienen que ser tan mal pensados?

La verdad es que me duele un poco que piensen que soy pura joda, que todo en mi vida es pepe pepe pepe, pepe pepe pepe.

Me jode que cualquier cosa que digo se tome para la chacota.

No soy solo una cara bonita.

Hay veces en que me abro y cuento cosas personales, sentimientos, temores, etc.

Así que a todos los "amigos de la joda" les digo que no sigan leyendo... que vayan a otro blog a buscar sonrisas baratas.
Mierda, que al final tenía razón el indio, las minitas aman los payasos y la pasta de campeón.

A los que me quieran bien, les cuento:



Estoy pensando en el pasto para poner en mi jardín.